Filmoteca en Vivo!

HASTA TRILCE – noviembre

Martes 30 – FESTIVAL ASTERISCO

19hs. CALAMITY JANE (EUA-1953) de David Butler, c/Doris Day, Howard Keel, Allyn McLerie, Philip Carey, Dick Wesson. 101’. Doblada al castellano.

Clásica parodia musical del western, basada en legendarios personajes reales. Doris Day (a quien el cineasta Arturo Ripstein considera “la mejor actriz de la historia del cine”) impone su personalidad en varios temas que se volvieron célebres de inmediato, como Whip Crack Away y sobre todo Secret Love, que quedó asociado para siempre a su repertorio. También la impone de otro modo más raro, vestida de hombre, adoptando modales “de macho” y hasta formando pareja con otra mujer. La copia, única en fílmico disponible en Argentina, está doblada pero las canciones abundan y están en su versión original.

21hs. 1991: THE YEAR THAT PUNK BROKE (EUA-1991) de Dave Markey, c/Mark Arm, Kat Bjelland, Kurt Cobain, Don Fleming, Kim Gordon, Thurston Moore. 99’.

Dave Markey tuvo la banda punk Painted Willie, una forma antigua de llamar a las drag queens. Como cineasta fuera del closet hizo este documental sobre una gira de Sonic Youth donde se cruza con Nirvana, dos de las bandas más populares contra la homofobia. Con una sincronía perfecta, la película se estrenó cuando Nirvana editó Incesticide (1992), que traía una declaración muy clara al respecto: “En este punto tengo un pedido para nuestros fans. Si alguno de ustedes en algún sentido odia a los homosexuales, a la gente de diferente color o a las mujeres, por favor, déjennos tranquilos. No vengan a nuestros recitales y no compren nuestros discos”.

23hs. VELVET GOLDMINE (Reino Unido / EUA-1998) de Todd Haynes, c/Ewan McGregor, Jonathan Rhys Mayers, Christian Bale, Toni Collette, Eddie Izzard. 118’

Cuando Todd Haynes quiso teñirse de rouge escarbando el corazón del glam rock, finalmente estampó la leyenda: su película puso en escena un desmontaje-homenaje del mítico romance entre Iggy Pop y David Bowie, alrededor del cual orbitó esa sensibilidad musical que brilla en la oscuridad como ojos de gato. Velvet Goldmine (1998) es una ópera rock desarmada, donde desde unos reaccionarios años 80 se miran las revueltas utópicas del glamour setentista, bisexual y teatral, de las mil revoluciones de Marc Bolan, Brian Eno y cada protagonista dandy de la escena glam inglesa empujado por el amor queer, por una visión orgiástica del deseo, por un sensualidad convertida en signos de interrogación social. Producida por Michael Stipe de R.E.M., la película tiene una banda sonora de potencia aplastante a pesar de que Bowie no autorizó que se use ninguna de sus canciones. Iggy Pop, en cambio, cedió su “Gimme Danger” y “TV Eye” para que hagan con ellas lo que quieran. Tras veinte años de su estreno, la película aún debe escucharse a máximo volumen.

Martes 6 – FESTIVAL ASTERISCO

20hs. EL ACORAZADO POTEMKIN (Bronenosets Potiomkin, URSS-1925) c/Aleksandr Antonov, Grigori Aleksandrov, Vladimir Barski, Mikhail Gomarov, Anton Levkin, Repnikova, Ivan Bobrov, Maroussov, Maxim Strauch. 80’ aprox.

Se exhibirá con MÚSICA EN VIVO

“El problema de sostener la teoría de que El acorazado Potemkin es una película asexual es precisamente que es muy sexual, o debería decir muy homosexual (...) Desde el mismo comienzo, con el prólogo del dormitorio de los marineros, los vemos descansando sin camisa en sus hamacas. Las cámaras de Eisenstein se recrean en una serie de tomas de hombres rudos y espléndidamente formados, que anticipan la sensualidad de Mapplethorpe. Entonces aparece el líder de la rebelión, Vakulinchuk, que también —y sin motivo— está desnudo hasta la cintura, exhibiendo su amplio torso, mientras exige que comience la rebelión", este texto del director de fotografía Néstor Almendros fue pionero en sacar del clóset a la película más celebrada de Sergei Eisenstein. Pero sin embargo, hasta hoy, poco se habla del homoerotismo (empezando por el fetiche por los uniformes) que tiene esta película que habla sobre los antecedentes de la revolución rusa, pero también de la revolución rosa.

MÚSICA EN VIVO compuesta e interpretada por Marco Sanguinetti (piano y armonio), DJ Migma (bandeja de vinilos) y Tomás Babjaczuk (batería).

22hs. LA ENTREGA (L’occhio dietro la parete, Italia-1977) de Giuliano Petrelli, c/John Philip Law, Fernando Rey, Olga Bisera, José Quaglio, Jho Jhenkins, Roberto Posse. 85’.

Un voyeurismo tecno es la base argumental de este film, a partir de que un escritor en silla de ruedas (Rey) monta un dispositivo de cámaras ocultas para observar secretamente junto a su esposa (Bisera) la vida sexual de su vecino. Para completar el triángulo erotómano, el vecino lo interpretó John Phillip Law, icono sexual camp gracias a su ángel semidesnudo de Barbarella o al héroe de comic en catsuit de Diabolik. La intimidad sobreexhibida del actor nivela la setentosa mirada machista de erotizar sólo el cuerpo femenino. Y la homofilia implicada en el voyeurismo de Rey hacia Phillip Law es explícita al explorar la sexualidad gay del vecino. Y aún más, La entrega retrata escenas infrecuentes de yiro gay en un bar y una disco, con strip-tease camp y relación sexual interracial entre hombres, más gráfica de lo que el cine erótico posterior se atrevió a representar. Eso sí, todo está filtrado por el sexo sucio como un oscuro objeto del deseo suicida, la pequeña gran muerte como orgasmo, usado como molotov por ese cine italiano atrincherado contra la antiséptica corrección burguesa de gozarlo todo como mercancía. Texto de Diego Trerotola.

Martes 13

20hs. IVÁN EL TERRIBLE (Ivan Grozny I, URSS-1943) dir. Sergei M. Eisenstein, c/Nikolai Cherkassov, Ludmila Tselikovskaya, Serafina Birman. 96’.

La acción transcurre a mediados del siglo XVI, pero la historia remite a la primera mitad del siglo XX. Eisenstein exalta la imagen del zar Iván IV, llamado “el Terrible”. Considerado el padre de la patria rusa, Iván IV extendió los límites de su país y lo convirtió en un imperio de temer. Cualquier analogía con la figura de Joseph Stalin no es casual. Los dos se impusieron a fuerza de una personalidad avasallante y apelando al terror. Pero el gran héroe ruso de la película de Eisenstein se convierte en un paranoico violento en la segunda parte de Iván…, La rebelión de los boyardos. El ego de Stalin no lo soportó y la película se prohibió hasta después de su muerte. El líder soviético prefería la imagen egocéntrica y exitosa del Iván de la primera parte. Texto de Sergio Olguín.

22hs. LA CONSPIRACIÓN DE LOS BOYARDOS (Ivan Grosny II: Boyarsky zagovor, URSS-1946) c/Nikolai Cherkasov, Serafirna Birman, Pavel Kadochnikov, Mikhail Zharov, Vsevolod Pudovkin. 83’.

Tras una primera parte que retrata a Iván triunfante, Eisenstein realizó un segundo film, de tono más oscuro y más decididamente expresionista que el anterior, en el que Iván se ve envuelto en las intrigas palaciegas de los Boyardos, representantes de los poderes feudales del territorio ruso. El film contiene varios minutos rodados en colores, los únicos de toda la obra del cineasta. Días después de concluir el montaje del film, Eisenstein sufrió un infarto y poco después supo que su film quedaba prohibido, quizá porque Stalin había advertido finalmente los paralelos entre el retrato de Ivan y su propia historia. Eisenstein falleció en 1948 y Stalin en 1953, lo que permitió que la segunda parte de Iván el Terrible tuviera su demorado estreno mundial en 1958.

Martes 20

20hs. ¡QUÉ VIVA MÉXICO! (EEUU / URSS, 1931-79) Largometraje documental. 84’.

Eisenstein, su director de fotografía Eduard Tissé y su asistente Grigori Aleksandrov pasaron varios meses en México con dinero del escritor norteamericano Upton Sinclair rodando material para un ambicioso fresco sobre el país. El plan ya estaba muy avanzado cuando Sinclair retiró su apoyo y Eisenstein debió regresar a la Unión Soviética. Aunque lo intentó en varias oportunidades, el realizador nunca pudo reunirse con su material, ya que Sinclair lo retuvo en Estados Unidos. Décadas más tarde, el material llegó finalmente a la Unión Soviética y fue Aleksandrov quien se hizo cargo de ensamblarlo, siguiendo las indicaciones esbozadas por Eisenstein. El resultado tiene algo de híbrido (la música es especialmente desafortunada) pero la fuerza plástica de sus imágenes y la originalidad de su concepción se imponen por sobre cualquier reparo.

22hs. ALEJANDRO NEVSKY (Aleksandr Nvskij, URSS-1938) c/Nicolai Tcherkassov, Nikolai Ojlopkov, Aleksandr Abrikosov, Dimitri Orlo, Vassili Novikov. 107’.

Fue el primer largometraje sonoro de Eisenstein o por lo menos el primero que llegó a estrenarse. Fue su primera colaboración con actores profesionales. Fue también su primera colaboración con el músico Sergei Prokofiev, que aportó no sólo una de sus partituras más inspiradas sino un verdadero modelo de música para cine, mencionándose su “scherzo” de la batalla como un ejemplo máximo de música cinematográfica funcional. Alejandro Nevsky dejó una huella en el cine, donde abundan los films épicos desprovistos de su cuidado plástico y sonoro. Aunque utiliza elementos teatrales, su identidad memorable es la del gran film de acción, planeado con una particular mezcla de virtuosismo y energía. Texto de Homero Alsina Thevenet.

Martes 27

20hs. LA HUELGA (Stachka, URSS-1924) c/Grigori Aleksandrov, Aleksandr Antonov, Yudif Glizer, Mikhail Gomorov, I. Ivanov, Ivan Klyukvin. 80’ aprox.

El título basta y sobra como sinopsis argumental. Este primer largo de Eisenstein ya desarrolla el llamado “montaje de atracciones” (“cada momento que el espectador pasa en la sala debe estar colmado con la máxima emoción e intensidad, dentro y entre cada episodio”) y define un protagonista colectivo en oposición al héroe individual. En palabras del director: “Llevamos colectividades y masa en acción a la pantalla, en contraste con el individualismo y el triángulo dramático del cine burgués. (...) Ninguna pantalla había reflejado hasta entonces una imagen de la acción colectiva”.

22hs. EL PRADO DE BEZHIN (Bezhin lug, URSS-1937) c/Victor Kartashov, Nikolai Khmelyov, Pyotr Arzhanov, Nikolai Maslov, Yakov Zajtsev. 30’.

La anécdota había sido extraída de un cuento de Turgenev (publicado presumiblemente en 1852) pero se la había actualizado para situarla en la rebelión de los kulaks, los pequeños propietarios campesinos que resistieron la socialización de la tierra y que durante 1929-1934 plantearon un serio problema social al gobierno soviético. Con el rodaje casi terminado, Eisenstein fue obligado a suspenderlo y el material fue luego destruido durante la guerra. Afortunadamente, el director conservó algunos fotogramas de cada toma para facilitar la planificación del montaje, y con esas imágenes fijas se realizó una reconstrucción parcial del film, hacia 1966.

Y además: SERGEI EISENSTEIN (cortometraje documental sobre el cineasta, con material inédito)

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